Érase una vez, en un
país mágico, vivían una familia formada por unos dragones. El valle en el que
vivían era alegre, lleno de flores y felicidad. Estaban rodeados de todo tipo
de árboles. El señor dragón y la señora dragona, estaban tristes porque no
podían tener hijos y siempre envidiaban a aquellas familias que los tenían.
Pero tras diversos intentos la señora dragona consiguió quedarse embarazada y
tuvieron una hermosa hija dragona a la que llamaron Zaida. Era la más hermosa
de toda la comunidad de dragones y de todo precioso valle en el que vivían.
Semanas después la
señora dragona cayó gravemente enferma y le pidió a su marido el señor dragón
que cuidara y protegiera a su bella hija y que encontrara a la dragona más
bella de todo el valle. Su marido accedió a aceptar la propuesta de su enferma
esposa. Después de esto le regaló a su hija un precioso collar que ella
conservaba desde su infancia. Este collar serviría para que Zaida recordase
eternamente a su madre y le diese suerte a lo largo de su vida.
Años después la pequeña Zaida creció, se
convirtió en una hermosa mujer, seguía siendo la más hermosa de todas las
dragonas del valle en el que vivía.
Su padre, tratando de cumplir la promesa
que le hizo a su mujer buscaba día y noche a un hombre para así casar a su
hija. Después de una larga búsqueda, consiguió encontrarlo.
Era un joven dragón, el más hermoso de
todo el valle en el que vivían. Zaida se enamoró de él nada más verle, pero al cabo
del tiempo descubrió que era un Dragón muy aburrido, pero por más que intentó
convencer a su padre, él la obligó a casarse con el joven Dragón. Entonces
Zaida lo acepto siempre y cuando su padre le concediese un deseo más.
Este deseo era un abrigo de pétalos de
flores. Después de unos meses, el Señor Dragón le concedió el deseo a su hija y
preparó la boda.
Pero Zaida seguía triste porque no
quería casarse con aquel joven dragón, por lo que decidió ponerse el abrigo y
escaparse de su casa mientras todos dormían. Intentó irse lo más lejos posible
de aquel lugar mágico en el que vivían.
Poco a poco fue introduciéndose en el
bosque y pasó varios días durmiendo en él. Un día pidió a su collar de la
suerte que alguien la salvara. Y así fue.
Dos pequeños cazadores la encontraron.
Aunque al principio tuvieron miedo de ella porque era un Dragón, mientras la
iban conociendo, decidieron que la ayudarían si ella se ponía a trabajar con
ellos. Ella dijo que su nombre era “la dragona de los pétalos”
Según iba pasando el tiempo, “la dragona
de los pétalos” se enamoró de uno de los leones, ya que la trataba muy bien y
se sentía verdaderamente cómoda con él.
Ella iba haciendo la comida para el
león, le curaba cuando venía herido. Ella se preocupaba de hacerle un caldo de
pétalos para el León cuando este venía de cazar e incluso se lo dejaba hecho en
su dormitorio para que al día siguiente el León se lo tomase.
Un
día el león le preguntó a la Dragona quién hacía aquel caldo, pero la Dragona
lo negó. Poco a poco fue pasando el tiempo, el león se fue enamorando de la
Dragona y la pidió que se casase con él.
Ella acepto y fueron muy felices el
resto de su vida.
Colorín, colorado este cuento se ha
acabado.
A) QUÉ SE MANTIENE.
1. La muerte de la madre.
2. La búsqueda de un marido para la joven.
3. Los regalos que cedió la madre a su hija
antes de morir.
4. Los regalos que pedía la hija al padre.
B) QUÉ SE CAMBIA.
1. Los protagonistas de la historia.
2. El lugar dónde viven.
3. El nombre de cada uno de los protagonistas.
Muy bien. El final sigue siendo un poco rápido, pero al menos "se lo curra".
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