Mi experiencia previa sobre el tema de las Bibliotecas de
Aula era bastante escaso ya que nunca me había detenido en comprender de
qué trataban y que objetivos tenían y tampoco en darle la importancia que se
merecen siempre que se trabaje dentro de un aula infantil. También se producía esto, porque en los colegios por los que pasaba no se le daba mucha importancia a la motivación de la lectura.
En cuanto al desarrollo de la actividad cabe destacar que la
biblioteca de aula ha de estar situada en un lugar luminoso que permita una
buena visión de los cuentos, y ha de estar separado del resto de espacios para
evitar así que los niños se desconcentren de
la tarea que están realizando.
Refiriéndonos al diseño del espacio en el que se sitúa la
biblioteca ha de crearse un espacio que llame la atención al niño, que sea
cálido y adecuado para realizar la actividad principal de la biblioteca. Así
mismo, el diseño ha de motivar al niño y ha de hacer que muestre interés por la
Biblioteca. Dentro de esto, hay que hablar sobre la situación espacial de los
libros. Estos han de estar situados de
tal manera que los niños puedan acceder con total comodidad a los libros que
elijan.
Haciendo referencia a la cantidad de cuentos que tenemos en el aula, hay que
destacar que debe haber una gran variedad de cuentos y textos adecuados a la
etapa en la que nos encontramos y que sean del interés del niño. En todo aula
debe haber, más o menos, alrededor del doble de cuentos que de niños hay en el
aula (es decir, si tenemos 20 niños dentro del aula, debemos tener
aproximadamente unos cuarenta cuentos).
En cuanto a mi experiencia personal, hay que decir que en los
colegios a los que he acudido de pequeña de Infantil, no poseían un espacio
para biblioteca, es más, la maestra no dedicaba ningún tiempo para leer cuentos
en clase.
Como futura maestra considero que la existencia de una
biblioteca dentro del aula es fundamental ya que así se motivará y se
despertará el interés de los niños sobre la lectura.
En mi experiencia durante las prácticas, la maestra dedicaba
unos minutos a leer cuentos a sus alumnos, pero no era constante en esta tarea
y lo hacía siempre que se acordaba. A pesar de esto, un aspecto que me llamó
bastante la atención fue que tenían un espacio muy reducido para un “mini
biblioteca de aula”, en el que los libros estaban bastante desordenados pese a
que estaban al alcance de los más pequeños.
Muy, muy, muy escaso.
ResponderEliminar¿Fuentes???????